jueves, 25 de octubre de 2012

Mercado Público



En ciénaga magdalena
La culminación del mercado público está en la lupa del DNP


La invasión del espacio público, la movilidad, la inseguridad y el hurto callejero aparecen reseñados como problemas protuberantes de una obra que lleva tres periodos constitucionales de gobierno”.

El barrio Olivo, que tiene vecindad con el mercado público de Ciénaga, se encuentra afectado en su movilidad por la forma como el comercio informal se ha venido consolidando a orillas de la Troncal del Caribe, turbando de esta manera el acceso al centro de abastos.

Se convierte en un viacrucis para los habitantes del barrio atravesar la carretera hacia el mercado, el no tener por donde transitar, lo que limita al transeúnte a caminar por los extremos de la calzada, mediando con los vehículos que circulan por la congestionada vía nacional.

Esta situación genera inconformidad y de hecho los habituales visitantes al principal centro de abastos de la ciudad la sufren, puesto que la intervención del gobierno territorial no ha sido eficaz, pasando desapercibido ante la problemática planteada. Han sido muchos los accidentes de vehículos con desenlaces fatales de pérdida de vida humana.

Quienes se dedican al comercio informal manifiestan que la situación los obliga a exponer sus vidas al pie de la carretera, porque necesitan llevar el sustento a sus familias por no tener otra actividad que desarrollar por la falta de oportunidades de trabajo en la ciudad.   

La culminación del mercado público es imperiosa, dado los múltiples inconvenientes que se perciben en el sector, con la desorganización de ventas estacionarias y ambulantes que están dispuestas sin ningún control de autoridad competente. La entrega de la obra ha sido aplazada por años, lo que al parecer no tiene una salida deseable por las exigencias que se desprenden de una obra mal planificada y con muchos inconvenientes en su diseño. La Dirección Nacional de Planeación (DNP), quien financia con recursos de regalías de carbón el costo de la obra, ha intervenido congelando los giros al municipio hasta tanto no se aclaren las inconsistencias y los atrasos injustificados de un  proyecto que lleva en ejecución tres periodos de alcaldes.

El comercio organizado sentó su posición amenazando con no pagar los tributos al municipio, se sienten agobiados por las ventas estacionarias en los frentes de sus negocios, esto sumado a la ola de inseguridad que se advierte en el sector con las extorsiones y el hurto callejero.

Un desprevenido transeúnte, asiduo visitante a la plaza de mercado, al ser abordado para que diera a conocer sus impresiones, contó que añora al viejo mercado donde asistía religiosamente los domingos a comprar los pescados traídos de la Ciénaga Grande y del mar. “Hoy es una mole de cemento que se deteriora con el paso del tiempo y según parece no tendrá culminación”, concluyó con mucha nostalgia.


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